Misa domingo 23 de junio

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Procesión de entrada: Celebremos

Vamos a cantar al Señor,
un canto nuevo, porque su amor
es grande por nosotros.
Acerquémonos a su mesa.

Unamos nuestras alabanzas,
den gracias al Padre que nos
regala a Jesús,
conocido por el Espíritu.

Celebremos al Señor de la vida,
al resucitado, Cristo el Señor.

Gocemos de su presencia real
Jesús está con nosotros,
alegría, paz y amor
para todos que Dios llamó.


Acto Penitencial

Señor, Señor, Señor ten piedad.

Cristo, Cristo, Cristo ten piedad.

Señor, Señor, Señor ten piedad.


Gloria

Gloria a Dios en el Cielo
y en la tierra paz
a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios Rey celestial
Dios Padre poderoso.

Hijo único, Jesucristo, Señor, nuestro Dios,
Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú, que quitas el pecado del mundo
ten piedad de nosotros.
Tú, que quitas el pecado del mundo
atiende nuestra súplica.

Tú, que estás sentado a la diestra del Padre
ten piedad de nosotros porque tú eres Santo,
sólo Tú, Señor, Altísimo Jesucristo
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.

Amén.


Salmo Responsorial

¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Los que la mar surcaron con sus naves,
por las inmensas aguas negociando,
contemplaron las obras del Señor,
sus maravillas en océano profundo.

¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Con su palabra desató un vendaval,
que encrespaba las olas del océano:
ellos subían hasta el cielo, bajaban al abismo,
desfallecían por el mareo.

¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Pero en la angustia invocaron al Señor,
y Él los libró de sus tribulaciones:
el huracán cambió en brisa suave
y se aplacaron las olas del mar.

¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Se alegraron de aquella calma,
y el Señor los condujo a su puerto.
Gracias a Dios por su misericordia,
sus maravillas en favor de los hombres.

¡Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!


Aclamación al Evangelio

Aleluya, aleluya, 
aleluya, aleluya.
Escuchemos al Señor, 
que nos habla al corazón.


Después del Evangelio

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya.
Demos gracias al Señor,
nos habló al corazón.


Oración de los Fieles

Que te escuchemos Señor
Te presentamos nuestra oración
Dios de la Vida, Dios del Amor


Presentación de Dones: Juntos nos acercamos

Juntos nos acercamos a esta mesa para ofrecer,
todo lo que tenemos es para ti.

Es nuestra vida, nuestra esperanza, nuestro dolor y amor,
deja que nuestras manos lleguen a ti.

El pan que es tierra, fruto y trabajo tu cuerpo ya será,
dánoslo y nuestra vida renacerá.

El vino convertido en tu sangre dánoslo a beber
Y se hará fecundo nuestro dolor.

Como el pan y el vino, que se transforman en este altar
Transforma nuestras vidas y nuestro hogar.


Santo, Dios del Universo 

Santo, Santo, Santo el Señor, Dios del Universo,
el cielo y la tierra están llenos de tu Gloria. 

¡Hossana, Hossana, Hossana en lo alto del cielo! 

Bendito el que viene en el nombre del Señor. 

¡Hossana, Hossana, Hossana en lo alto del cielo!


Padre Nuestro 

Padre Nuestro, tú que estás
en los que aman la verdad,
haz que el Reino que das tú, Señor, 
llegue pronto a nuestro corazón, 
que el amor que Tu Hijo nos dejó, 
ese amor, esté ya con nosotros.

Padre Nuestro, que estás en el Cielo, 
Santificado sea tu nombre, 
Venga a Nosotros tu Reino, 
Hágase tu voluntad aquí en la Tierra como en el Cielo. 
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas 
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. 
no nos dejes caer en la tentación. 
Y líbranos del mal. 

En el pan de la unidad,
Cristo danos Tú la paz,
y olvídate de nuestro mal
si olvidamos el de los demás.
No permitas que caigamos en tentación
¡Oh, Señor! Ten piedad de nosotros,
ten piedad del mundo.


Cordero de Dios

Cordero de Dios, tú que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros

Cordero de Dios, tú que quitas el pecado del mundo
Ten piedad de nosotros 

Cordero de Dios, tú que quitas el pecado del mundo
Danos la paz, danos la paz.


COMUNIÓN

En ti

En ti, en ti, en ti, Señor,
hemos puesto nuestra fe.
(bis)

Ni en las armas, ni en la guerra, sino en ti, Señor
hemos puesto nuestra fe.
Ni en la fuerza ni en la ciencia sino en ti, Señor,
hemos puesto nuestra fe.

Ni tampoco en nosotros sino en ti, Señor,
hemos puesto nuestra fe.
Entre crisis de esperanza sólo en ti, Señor,
hemos puesto nuestra fe.

Servidores de los hombres porque sólo en ti
hemos puesto nuestra fe.
Alegrando las tristezas porque sólo en ti,
hemos puesto nuestra fe.

Pregoneros de la vida, porque sólo en ti
hemos puesto nuestra fe.
Sembradores de esperanza porque sólo en ti
hemos puesto nuestra fe.


El Reino es para allá

Ya no hay que buscar
Ya no hay que esperar
Jesús ya nos abrió
Las puertas del Reino.

El Reino es para allá
Allá donde los niños están
Allá donde ellos ríen
Adonde ellos juegan
Adonde ellos crecen en Paz
El Reino es para allá

Jesús ya nos llamó
Jesús ya nos tocó
Para que toquemos también
Al necesitado de amor


Qué cálida es tu casa

Qué cálida es tu casa, oh Señor,
Padre fiel, Creador.
(bis)

Hasta los pajarillos tienen pan
y un hogar y sus crías,
un nido y calor;
podrán crecer en paz en tu casa,
mi Dios, mi Señor.

Son bienaventurados los que encuentran
en ti su fuerza aún en la debilidad,
su gozo al caminar en tu reino,
mi Dios, mi Señor.

Más vale un solo día peregrino ante ti
que miles instalado en mi andar,
en mi seguridad;
tu gracia es mi verdad, mi escudo,
mi Dios, mi Señor.

Qué cálido tu hogar, Señor,
Oh Dios, Padre fiel, Creador.


Procesión de Salida: Bajo tu amparo

Bajo tu amparo, Santa madre de Dios
no desoigas la oración de tus hijos
y líbranos de todo peligro
Santa Madre de Dios.

Cúbrenos con tu manto
Cúbrenos con tu amor
Que bajo tu amparo
Vayamos hacia Dios.


Te alabo en verdad

Aún en la tormenta, aun cuando arrecia el
mar te alabo, te alabo en verdad.
Aún lejos de los míos, aún en mi soledad
te alabo, te alabo en verdad.

Pues sólo a ti te tengo
pues tú eres mi heredad
te alabo, te alabo en verdad
Pues sólo a ti te tengo Señor
pues tú eres mi heredad
te alabo, te alabo en verdad

Aún sin muchas palabras, aunque no sé
alabar te alabo, te alabo en verdad.
Aún lejos de los míos, aún en mi soledad
te alabo, te alabo en verdad.