Misa domingo 21 de septiembre de 2025
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Ven, Señor de las altas montañas
//: Ven, Señor de las
altas montañas,
ven, Señor de los mares
profundos, ven,
devuélvele el alma a tu
pueblo, ven,
devuelve la vida a este
mundo. ://
Bienvenido, Señor a
esta tierra
que fue copia feliz del
Edén,
hoy te abrimos la
puerta por dentro,
ven y alumbra en
nosotros el bien.
Bienvenido, Señor a
esta casa,
quédate cuanto quieras
estar,
y los padres, los
hijos, los nietos
sentirán el calor del
hogar.
Nos desarma la
desesperanza,
nos vacía la falta de
fe:
no hay hermano que
atienda al hermano,
no hay la copa que
apague la sed.
Pero Tú, que bajaste a
elevarnos
abrazando la muerte y
la cruz,
volverás a sanar a tu
gente,
barrerás la maldad con
tu luz.
Nos confunden los
falsos reflejos,
los alardes de un mundo
mejor,
nos consumen el cuerpo
y el alma,
nos congela la ausencia
de amor.
Pero Tú bajarás de lo
alto,
andarás sobre el mar
otra vez.
Resucita a este mundo
que muere,
como a Lázaro ponlo de
pie.
Perdón
Señor ten piedad de nosotros
Cristo ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Gloria
//: Gloria a Dios en el cielo, gloria a Dios en el cielo ://
//: Y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor ://
Por tu inmensa gloria te alabamos
Te bendecimos te adoramos
Por tu inmensa gloria te alabamos
Te glorificamos te damos gracias
//: Te damos gracias por tu gloria,
Por tu inmensa gloria Señor ://
Señor Dios rey celestial, Dios Padre Todopoderoso
Señor hijo único Jesucristo Señor Dios
cordero de Dios Hijo del Padre,
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad,
Ten piedad de nosotros
Tú que quitas el pecado del mundo
atiende nuestra súplica Señor
Tú que estás sentado a la diestra de Dios Padre,
ten piedad, Ten piedad de nosotros.
Ten piedad, ten piedad de nosotros
//: Y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor ://
Porque solo tú eres santo
Porque solo tu Señor
Con el altísimo Jesucristo
Con el Espíritu Santo, Santo
//: En la gloria de Dios Padre, la gloria de Nuestro Señor ://
Amén, Amén.
Salmo 112
R/. ¡Alaben al Señor, que protege al humilde!
Alaben, servidores del Señor,
alaben el Nombre del Señor.
Bendito sea su Nombre
desde ahora y para siempre. R/.
El Señor se eleva sobre su pueblo,
su gloria, sobre los cielos.
¿Quién es como el Señor de las alturas?
Se inclina y contempla el cielo y la tierra. R/.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
los nobles de su pueblo. R/.
Aleluya
Aleluya, aleluya
Aleluya, aleluya
Después del Evangelio
Gloria y honor a ti, Señor Jesús
Oración de los fieles
Que te escuchemos Señor
Te presentamos nuestra oración
Dios de la Vida, Dios del Amor
Te ofrecemos, Señor
Te ofrecemos, Señor, en esta misa
El trajín de cada día, toda la energía
Y nuestro sudor.
Yo te ofrezco Señor, mi trabajo entero
//: El esfuerzo de mis brazos
El vivo entusiasmo de mi corazón ://
Obreros y campesinos
Con el pan y el vino te ofrecemos hoy,
La mutilla con el changle que montaña
Adentro nuestra tierra dio.
La harinita bien tostada,
Chupallas pintadas de luna y de sol,
//: Los copihues, la canela
La miel de la abeja la chicha el colloy ://
La clase trabajadora
Que desde la aurora busca su labor,
Desde el arado te canto,
Desde cada andamio hasta del tractor
Albañiles y mineros
Y hasta jornaleros todos por igual,
//: Herreros y estibadores
Y los pescadores de nuestra ciudad ://
Santo
Santo es el Señor del Universo
Llenos están los cielos y la Tierra de tu gloria.
Hosanna el los más alto de los cielos, Santo.
Santo, Santo, Santo.
Santo, Santo, Santo es el Señor.
Santo es el Señor del Universo
Llenos están los cielos y la Tierra de tu gloria.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, Tú que estás,
En los que aman la verdad
Haz que el Reino que das tú, Señor,
Llegue pronto a nuestro corazón,
Que el amor, que tu hijo nos dejó
Ese amor, esté ya, con nosotros.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
En el pan de la unidad,
Cristo danos tú la paz
Y olvídate de nuestro mal,
Si olvidamos el de los demás,
No permitas, que caigamos en tentación
Oh, Señor, ten piedad de nosotros,
Ten piedad del mundo.
Cordero de Dios
Cordero de Dios,
Que del mundo quitas todos los pecados
Ten piedad de nosotros
Cordero de Dios,
Que del mundo quitas todos los pecados
Ten piedad de nosotros
//: Cordero de Dios, cordero de Dios,
Danos la paz, Señor, danos la paz. ://
Todos juntos
Hace mucho tiempo que yo vivo preguntándome
Para qué la tierra es tan redonda y una sola no más.
Si vivimos todos separados
Para qué son el cielo y el mar
Para qué es el sol que nos alumbra
Si no nos queremos ni mirar.
Tantas penas que nos van llevando a todos al final
Cuántas noches, cada noche, de ternura tendremos que dar.
Para qué vivir tan separados
Si la tierra nos quiere juntar.
Si este mundo es uno y para todos
Todos juntos vamos a vivir.
Canción con Todos
Salgo a caminar, por la cintura cósmica del sur,
piso en la región más vegetal del viento y de la luz.
Siento al caminar, toda la piel de América en mi piel
y anda en mi sangre un río que libera en mi voz, su caudal.
Sol de alto Perú, rostro Bolivia estaño y soledad,
un verde Brasil, besa mi Chile cobre y mineral.
Subo desde el sur, hacia la entraña América y total,
una raíz de un grito, destinado a crecer y a estallar.
Todas las voces todas, todas las manos todas,
toda la sangre puede, ser canción en el viento.
Canta conmigo canta, hermano Americano,
libera tu esperanza con un grito en la voz.
Todas las voces todas, todas las manos todas,
toda la sangre puede, ser canción en el viento.
Canta conmigo canta, hermano Americano,
libera tu esperanza con un grito en la voz... en la voz
Te Deum
Te honran en coro los ángeles, te adoran profetas y apóstoles,
te besan el mar y los mártires, son tuyos abismos y soles.
Origen de todo principio, Dios Padre de amor, Rey eterno,
Poder creador infinito, Hogar al final del sendero,
Hogar al final del sendero.
Te alaba, Señor, todo el orbe; a Ti toda gloria y el canto
La Patria revive tus dones, Dios Santo, Amor Santo, Santo,
Dios Santo, Amor Santo, Santo.
Palabra del gozo sin tiempo, Hermano al nacer de María,
Pastor que rescata muriendo, Jesús, Manantial de la vida.
Abrazo entre el Padre y el Hijo, Espíritu Santo de encuentro,
fervor de la Esposa de Cristo, ternura en paloma de fuego,
ternura en paloma de fuego.
Te alaba, Señor, todo el orbe; a Ti toda gloria y el canto.
La Patria revive tus dones, Dios Santo, Amor Santo, Santo,
Dios Santo, Amor Santo, Santo.
Hermosa la hizo tu gracia, ciudad sobre el monte, tu Iglesia,
a pueblos, naciones y razas su joven entraña congrega.
Estás, Jesucristo, viniendo en toda obra justa del hombre,
es don y combate tu Reino, perdón y verdad son sus torres,
perdón y verdad son sus torres.
Te alaba, Señor, todo el orbe; a Ti toda gloria y el canto.
La Patria revive tus dones, Dios Santo, Amor Santo, Santo,
Dios Santo, Amor Santo, Santo.
Caminas la tierra en los pobres, nos miras en todos los rostros.
Tu Cuerpo es Pan en la noche, preparas la paz y el retorno.
Refulge, Emmanuel, tu corona, Primer peregrino a la Casa,
al Padre de misericordia nos abres las puertas del alba,
nos abres las puertas del alba.
Te alaba, Señor, todo el orbe; a Ti toda gloria y el canto.
La Patria revive tus dones, Dios Santo, Amor Santo, Santo,
Dios Santo, Amor Santo, Santo,
Dios Santo, Amor Santo, Santo, Santo.
Madre de los cansados
Madre de los cansados,
Reina de los pañales,
las escobas y los panes
y el trajín de la cocina.
Todos los pobres la miran,
Señora de la pobreza,
hoy le golpeamos la puerta
para pedir por favor
que la tenga siempre abierta
porque es mucha la aflicción.
Señora de San José,
tejedora de chalecos.
Para ayudar a su sueldo,
madre de los brazos firmes,
tan animosa y humilde,
consejera de humillados,
tiene los pies cansados
de tanto buscar carbón.
Va nuestro pueblo a su lado
aprendiendo su lección.
Mujer llena de fe,
compañera de la ruta.
Madrina de la ternura
que muestra Dios a sus hijos.
Educadora de Cristo,
socia de nuestras penas,
amiga dulce y discreta,
ya no se puede vivir
con el sueldo recortado:
ayúdeme a discurrir.
Y usted, Virgen María,
fue la mamá del Señor.
Yo sé que lo acompañó
hasta el destierro de Egipto,
no lo dejó en el camino,
lo siguió por todas partes.
Discípula y escuchante,
lo acompañó hasta la muerte
con esperanza gigante
madre de toda la gente.
Madre de los cansados,
madre de toda la gente.
